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‎18 Nisan 5784 | ‎25/04/2024

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«Vecinos», de Buster Keaton (1920)

«Vecinos», de Buster Keaton (1920)

SHÉKET: JUDÍOS EN EL CINE MUDO, CON MIGUEL PÉREZ –

Buster Keaton rodó una veintena de cortos en el breve lapso de tiempo de tres años (1920-23) con el productor Joseph Schenck. La vertiginosa producción de dos de los ingenios más brillantes del cine mudo tenía un fin: Schenck sabía que, tras un cuarto de siglo desde el estreno por parte de los hermanos Lumière de la primera película de cine el 28 de diciembre de 1895, la industria y el público ya estaban maduros para un siguiente paso, el de los largometrajes prácticamente como hoy los conocemos. Por eso, el productor quería disponer de un equipo perfectamente formado, donde guión, fotografía y dirección intervinieran como un mecanismo de precisión.

Entre esos cortos destaca ‘Vecinos’. Y lo hace por un motivo destacado: condensa todos los gags que consolidaron al ‘slapstick’ como un subgénero de la comedia. De hecho, cualquier cinéfilo descubrirá en sus apenas veinte minutos de duración todas las secuencias cómicas más famosas del mundo de cine, objeto de culto y material magnífico para las cientos de versiones que han hecho otros cómicos hasta el día de hoy. Chistes como el del tablón giratorio que va golpeando a uno de los protagonistas se han trasladado también al universo del cómic con indudable éxito.

‘Vecinos’ se trata, por tanto, de una escuela, de la película que consciente o inconscientemente marcó los patrones de esa comedia que hace reír a base de golpes, caídas y persecuciones donde todo el mundo sale indemne. Charles Chaplin, Harold Lloyd, la singular Mabel Normand, Mack Sennett (el realizador que filmó el primer tartazo en la cara de la historia), Laurel y Hardy, Jerry Lewis e incluso Jim Carrey ya en nuestros días forman parte de esta corriente cinematográfica , cuyo nacimiento no es casual que se produjera en la época del cine mudo: las primeras películas se basaban frecuentemente en el burlesque y el vodevil, ya que si éstos triunfaban en el teatro, estaba claro que también atraerían al público a los cines.

El presente corto narra la historia de dos vecinos enamorados, interpretados por Buster Keaton y Virgina Fox, cuyas familias no quieren que mantengan una relación. Ambas están enfrentadas entre sí y sólo una delgada valla, a través de la cual la pareja se declara su amor, separan sus casas. Es posible pensar que Keaton se inspirase, aunque sea lejanamente, en la leyenda de Romeo y Julieta para escribir esta versión humorística llevada a un barrio de Estados Unidos a principios del siglo XX. Lo que está claro es que apuntala su brillante ingenio como inventor de los mejores gags de la historia. Y también de los más complicados. Una de las normas no escritas del ‘slapstick’ consiste en copiarse las situaciones cómicas que mejor funcionan, pero en el caso del comediante de rostro inmutable eso era difícil de conseguir, tanto por la dificultad de las secuencias, largas y en las que se van añadiendo secundarios que complican la trama, lo que hace necesaria una precisa coreografía, como por las acrobacias del humorista.

Basta una mirada a ‘Vecinos’ para percatarse de que se trata de un compendio de malabarismos y de una farsa coral construida con una arquitectura inteligente. El corto comienza con la pareja protagonista y no tardan en aparecer sus respectivos padres para liar la acción. A partir de ahí, todo es una suma de nuevos personajes, policías, jueces, amigos…, que contribuyen a enredar un guión de vodevil y acelerar la acción sin que nadie sepa qué va a suceder en qué momento. Si llegar a este desarrollo en solo 18 minutos es difícil, más lo son las acrobacias del comediante, capaz de trepar postes, saltar vallas y escalar fachadas en una época donde ni había red ni efectos digitales. De todo ello quedan dos escenas capaces de asombrar por su riesgo y calculada perfección casi un siglo después de que se rodaran: aquella en que Keaton se desplaza de su casa a la de su amada, y viceversa, deslizándose por los cables del tendido o la secuencia donde el humorista trata de llevarse a Virgina Fox con la ayuda de un par de personas formando una torre humana. Ambas dejan claro que, teniendo a Buster Keaton, sobra Black Panther.

Ficha técnica:
Título: «Neighboors» (Vecinos)
Año: 1920
Directores: Buster Keaton y Edward F. Cline
Guión: Buster Keaton y Edward F. Cline
Reparto: Buster Keaton, Virginia Fox, Joe Roberts, Joe Keaton, Edward F. Cline y James Duffy
Productor: Joseph Schenck
Fotografía: Elgin Lessley (B&W)
Duración: 18 min.
País: Estados Unidos
Género: comedia