SIONISMO: NO SÓLO CUESTIÓN DE JUDÍOS, CON LUCIANO MONDINO – En 2006 Rusia y China convocaron una reunión particular de algo parecido a «países emergentes» que acabó tildado con las iniciales de los países participantes: Brasil-Rusia-India-China-Sudáfrica (BRICS). Pero el verdadero impulso vino algunos años después cuando Rusia invadió Ucrania y anexionó la península de Crimea y el Dombás en 2014, mientras China saliá a expandirse en territorios cercanos del IndoPacífico, primero, y en Sudamérica, el Caribe y especialmente África Central. La organización ha ido evolucionando hasta transformarse en el foco de un poder alternativo a Occidente (entendido éste, básicamente, por Norteamérica y Europa) que ha invitado a unirse a la formación a países como Irán, Arabia Saudí, Argentina, Etiopía, Emiratos o Egipto para avalar su política neoexpansionista que va más allá de escenarios como Ucrania y Taiwán, para adentrarse en las aguas del océano Ártico, el estrecho de Ormuz o el canal de Suez, consolidando un incipiente control de las rutas marítimas.