POLIN: JUDÍOS POLACOS, CON ELZBIETA BORTKIEWICZ – Seguimos paseando Cracovia, en este caso recorriendo el barrio de Podgòrze, que pertenece, nos dice Elzbieta a «la parte oscura de la ciudad», donde los alemanes crearon el gueto*, un barrio al sur del Vístula que fue testigo del terror de las deportaciones y del campo de Płaszów». Nuestra colaboradora se traslada a los primeros tiempos de la presencia judía en este enclave -que fuera ciudad real en sus inicios, hasta 1915, y que nunca contó con barrio judío-gueto como tal-, al momento de la ocupación alemana, y al día de hoy con Podgòrze convertido en un espacio vibrante y moderno.

Hay visitas imprescindibles que Elzbieta Bortkiewiz nos recomienda: el Museo-Fábrica de Óskar Schindler; el museo de La Farmacia de El Aguila, -situada en los límites del gueto y desde la que su propietario auxilió a los habitantes del Gueto; la Plaza de los Héroes del Gueto, con esculturas-sillas que simbolizan el paso de los judíos hacia la deportación; un fragmento del muro, y el Museo del artista Tadeusz Kantor. Poder mirar el barrio de Kazimierz desde el otro del río es otra de las maravillas de este lugar, que combina belleza con la tragica memoria de la Shoá en sus calles.  

*En marzo de 1941, se estableció el gueto de Cracovia en Podgórze, que llegó a albergar a unas 17.000 personas. A medida que los nazis llevaron a cabo deportaciones masivas desde el gueto hacia los campos de exterminio, la población del gueto disminuyó significativamente. En marzo de 1943, los nazis liquidaron el gueto y deportaron a los sobrevivientes a campos de concentración y exterminio