A FONDO – Es muy difícil imaginar la realidad que viven hoy día los israelíes, de alguna manera confinados (como en la pandemia, los únicos comercios abiertos son supermercados y farmacias), pero no en sus casas (amenazadas por misiles) sino en los refugios antiaéreos y habitaciones seguras (aunque no infalibles en protección, como se demostró en uno de los últimos ataques). Uno puede quedar deslumbrado por la eficiencia de la aviación y los servicios de inteligencia israelíes que han sembrado el desconcierto entre la cúpula militar iraní, o sentirse conmovido por la solidaridad de los civiles israelíes agredidos. Vale la pena escuchar lo que la periodista argentino-israelí tiene para contarnos desde su refugio.




