CAMINANDO EL JUDAÍSMO, CON ETHEL BARYLKA – A las puertas de un nuevo aniversario de la fundación del Estado de Israel, conviene echar un vistazo a sus logros en el plano educativo. Un dato: en sólo tres años desde la declaración de independencia en 1948, llegó al país la misma cantidad de ciudadanos que poseía, conformando un mosaico de al menos una docena de lenguas, idiosincrasias, y costumbres culturales muy diversas.

En esas pocas décadas, el país ha podido situarse en la punta de lanza del desarrollo científico, sustentado en una red educativa mayoritariamente estatal y gratuita. Ello ha convertido a Israel en un paradigma no sólo del nivel educativo alcanzado, sino principalmente de los valores de diálogo y pensamiento crítico en que se sustenta.