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‎11 Nisan 5784 | ‎19/04/2024

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«Nazis en la Costa del Sol», con su autor José Manuel Portero

«Nazis en la Costa del Sol», con su autor José Manuel Portero

SHOÁ AHORA – El escritor José Manuel Portero fue director de instituto, docente y eso se nota en su sensibilidad a la hora de tratar temas como el que aborda en Nazis en la Costa del Sol  . «Ninguno se retractó ni pidió disculpas. «Gracias al régimen de Franco, pueden huir, pueden esconderse…no sólo durante la dictadura», denuncia Portero. «El nazismo no murió con Hitler, desgraciadamente continúa con diferentes caras», y añade «es muy importante que la gente joven lo sepa, que pervive en grupos políticos y formas de vida. Lo estamos viendo en España y en Europa».  ¿Uno de los objetivos de su libro? «Que se siga investigando, que sirva para remover la Memoria»

Ed. Almuzara. Nazis en la Costa del Sol es una obra de José Manuel Portero quien lleva a cabo una rigurosa investigación sobre las razones y causas por la que esta zona del litoral español fue un refugio perfecto de muchos de los colaboradores cercanos a Hitler.
Según Portero, se trataban de prófugos de la justicia y autores o responsables directos de horribles crímenes de los que este investigador da cuenta narrando cómo en muchos casos llegaron a hacer fructuosos negocios en la Costa del Sol. Un enclave cuyo desarrollo turístico se debe en parte al príncipe austriaco y espía, Maximiliano Von Hoenlohe, imbuido por los principios totalitarios del Tercer Reich, a quien se le encargó la misión, dada sus buenas relaciones con los americanos e ingleses, de dar una salida digna a Alemania antes de que finalizara la II Guerra Mundial.

“La lista de los nazis encontrados en esta zona es larga”, afirma el autor de este ensayo histórico, quien hace un recorrido biográfico por la vida de los más significativos, entre los que figuran: El doctor Aribert Heim, Dr. Muerte; Otto Remer, el general de las SS que salvó a Hitler; Alfred Giese Hausmann, jefe en Málaga del espionaje militar alemán -la Abwehr-; Leon Degrelle, el general belga sentenciado a muerte en su país; Joachim Sievers, miembro de las SS, considerado por los Aliados como peligroso líder de la Gestapo en la Costa; Arthur Dietrich, Otto Skorzeny, Hans Hoffmann…, y todos ellos con un currículum vitae en sus espaldas digno de un novela de un thriller.
Prácticamente, todos negaron el delito de genocidio sistemático planificado por el Tercer Reich y siguieron disfrutando de la hospitalidad de un régimen dictatorial que no sólo hizo la vista gorda, sino que se benefició, en muchos casos, de los pingües beneficios que generaban sus negocios en esta costa, considerada como uno de los lugares más elitistas de Europa.