“La División Azul desde la Hoja de Campaña” de Javier Fernández Aparicio

METAESCRITURA DE LA SHOÁ, CON JAVIER FERNÁNDEZ APARICIO – “La División Azul desde la Hoja de Campaña” (Arzalia, 2025) es el nuevo libro de Javier Fernández Aparicio, una historia cultural de la División Azul centrada en las mentalidades y la vida cotidiana de sus miembros. Aunque el contexto inevitable es la campaña en el frente oriental, no se trata de una historia militar estricta. El libro es fruto del análisis de la Hoja de Campaña periódico redactado por la propia unidad— complementado con memorias, diarios (fuentes primarias) y ensayos históricos (fuentes secundarias).

Argumento del libro
La División Española de Voluntarios, conocida como División Azul, combatió bajo mando alemán en el frente ruso entre octubre de 1941 y octubre de 1943. El libro también aborda el papel de la Legión Azul, el contingente más fanatizado que continuó colaborando con los alemanes hasta marzo de 1944, dado que la Hoja de Campaña siguió editándose para ellos.

La publicación fue un periódico de la División Azul, supervisado por la propaganda militar alemana. A través de sus contenidos se refleja la motivación, ideología, afinidades y enemistades de los soldados, su percepción del conflicto y la imagen que tenían de aliados como los alemanes y enemigos como los soviéticos. La publicación nació en noviembre de 1941, en plena campaña del Vóljov, como un proyecto del general Muñoz Grandes para instruir y cohesionar a los soldados —en su mayoría falangistas, muy ideologizados pero poco formados militarmente—.

Su línea editorial seguía las directrices de un Servicio de Prensa y Propaganda del Estado Mayor divisionario, bajo la supervisión de una Compañía de Propaganda alemana que suministraba noticias, reportajes y material gráfico.

Materias del libro
1. Funcionamiento de la Hoja de Campaña.
2. Ideología: “ellos o nosotros”, el falangismo.
3. Representación de la mujer, destacando figuras como Celia Jiménez y Mercedes Milá, y el papel subordinado asignado por el régimen.
4. Organización interna de la División Azul.
5. Visión del desarrollo de la II Guerra Mundial (Pacífico, Este, África y finalmente Europa con la invasión de Italia).
6. Noticias desde España y sobre el régimen de Franco.
7. Imagen de aliados (alemanes) y enemigos (soviéticos, británicos, estadounidenses, diferenciando entre soviéticos y rusos).
8. Cultura y ocio de los divisionarios: pasatiempos, tiras cómicas, concursos, literatura, cine, teatro, toros y fútbol, incluyendo eventos organizados para ellos.
9. Bibliografía comentada con alusión a la división entre academia e historia militarista.

El libro incluye amplio material gráfico, ejemplos de la Hoja de Campaña, fotografías de la Biblioteca Virtual de Defensa, un mapa del teatro de operaciones y una cronología esencial. Dentro de la ideología difundida por la Hoja, destaca el antisemitismo como uno de los principales puntos de confluencia con el nazismo.

El antisemitismo de la División Azul
Ya desde 1942, la Hoja de Campaña reflejó un antisemitismo creciente, resultado de la influencia de la propaganda nazi y del propio ideario falangista. Editoriales, artículos y caricaturas replicaban los clichés antisemitas, asociando al judío con el bolchevismo, o las personas de Stalin, Churchill o Roosevelt, y difundiendo la idea de una conspiración mundial contra la civilización occidental. Recordemos que en el frente oriental la guerra adquirió una dimensión ideológica total: Hitler y el Estado Mayor alemán consideraban enemigos a exterminar a judíos y comisarios políticos, mientras el resto de la población sería esclavizada.

Ya hemos abordado en Radio Sefarad la cuestión de la posible participación de la División Azul en el Holocausto —sin pruebas directas, pero sí como testigos o encubridores— en programas dedicados a La suerte del otro de Rafael Pañeda Reinlein (5 de febrero de 2020) y el estudio de Carlos Caballero sobre Erich Rose, el judío alemán que acabó sus días sirviendo precisamente en la División Azul (17 de junio de 2024).

Algunos documentos nos hablan de este antisemitismo, no siempre tan retórico. Dionisio Ridruejo, en sus Cuadernos de Rusia, reflejó su repugnancia por el trato a los judíos y mencionó altercados entre españoles y alemanes en Grodno o Vilna por el maltrato público a mujeres y niños, pero también mostró su rechazo a estos judíos desaliñados y famélicos. Por su parte, una instrucción del Estado Mayor divisionario del 28 de octubre de 1941, titulada «Los judíos en zonas ocupadas», prohibía explícitamente cualquier relación de lo divisionarios con la población judía, considerándolos enemigos bolcheviques.

El teniente coronel Luis Zanón, jefe de Estado Mayor hasta 1942, dejó en sus memorias una visión marcadamente antisemita, responsabilizando a los judíos de la guerra y justificando su trato inhumano como seres “que no llegan a la categoría de hombres”.

Antisemitismo en la Hoja de Campaña
La ideología difundida en la Hoja muestra cómo parte de los divisionarios asimilaron afinidades nazis, incluyendo una retórica antisemita persistente. Desde 1942 aparecen las primeras caricaturas al estilo del Der Stürmer de Streicher y artículos como “Los judíos mandan en Rusia”, representando a Stalin con rasgos antisemitas. Con el avance de la campaña en el frente ruso, la Hoja publicó columnas, artículos y ensayos antisemitas cada vez más duros y ya alejados de una mera caricatura.

La línea editorial de la Hoja empezó a asimilar lo judío a lo bolchevique pero también a lo capitalista estadounidense, presentado como esclavo de los judíos comunistas. Abundan los clichés antisemitas como la nariz ganchuda, cuerpos deformes, rictus malvados, rodeados de dinero o de sangre. En 1943 si la guerra parecía ya perdida para los alemanes, aunque por supuesto en la Hoja esto no se reflejó, esa otra «guerra» contra los judíos sí que parecía vencerse.

Se repitieron los discursos antisemitas del más puro estilo de la propaganda nazi e influidos sin duda por la Compañía de Propaganda alemana, que seleccionaba estos ensayos y artículos insertados en sus páginas: «los judíos trabajan secretamente en la sombra apoyando con todos sus recursos a la pandilla repugnante de Stalin, que sigue asesinando conscientemente a su pueblo POR IMPOSICIÓN DE LOS JUDÍOS. Cuando el comunismo se hunda, se hundirá con él todo el poder judaico».

Por último, otros reportajes a toda página se leían claramente en clave política interna española, también entre grandes caricaturas antisemitas y el mensaje que se va a repetir a lo largo de todo el régimen franquista y la dictadura, resumido en la frase: «España defendió Europa contra sus tres enemigos aliados: bolchevismo, judaísmo y masonería» (n.º 97, 15-12-1943).

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