SHOÁ AHORA – En Terezin los más jóvenes siguieron recibiendo educación, continuaron estudiando, leyendo, escribiendo, pintando, haciendo teatro y música. Era su forma de resistir, la suya y la de los profesores y padres que les apoyaron en su empeño por no dejarse destruir…Ahora alumnos de dos institutos de Educación Secundaria, el IES Andreu Sempere de Alcoi en Alicante y el IES Las Rozas I de Madrid les recuerdan y rinden homenaje con el proyecto Habitación 28. Músicas del Holocausto II de dos conciertos pedagógicos (con las músicas que se componían y tocaban en Terezin y otros lugares del Holocausto) uno ya celebrado en Madrid y el del próximo 11 de abril en a Sala Ágora de Alcoy.

«Los chicos empatizan con alguien de su misma edad, -cuenta Mª Viñas Jimeno, del departamento de Música del IES Las Rozas I- que también recibían clases, éso es algo muy importante». Nos cuenta Jimeno que los alumnos y profesores se han volcado, deseosos de saber todo sobre las chicas que de 1942 a 1944 entre sus 12 y 14 años compartieron destino en la casa de niñas L410 de Terezin. «Su historia -escribe Raquel Pérez Fariña- y con ella las de los adultos que las cuidaron psicológica y emocionalmente, es el texto que liga las distintas piezas musicales de este concierto, cuyo punto en común es que pertenecen o hacen referencia al Holocausto».

Además los alumnos de ambos institutos han visitado la exposición Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos, la dedicada a Ana Frank y han mantenido un encuentro con Carlos Sanz-Briz, el hijo de «El ángel de Budapest». Estos chicos tienen un sueño: encontrarse y conocer a esas niñas, ya abuelitas, que lograron -también gracias a la música- sobrevivir y dar testimonio.