HUELLAS – Una emisión más recuperada de nuestros archivos, en esta ocasión sobre el posible origen judío de los apellidos de Miguel, Solís, Pacheco y Citrón, que el experto Manuel Sanvicente analizó para nuestros oyentes.

DE MIGUEL

Apellido de judíos que puede tener su origen toponímico posiblemente en la villa de Miguel Esteban, provincia de Toledo, aunque no ha sido posible confirmar. La preposición «de» siempre indica procedencia geográfica o familiar. Miguel en hebreo tiene por significado “nadie es como Dios”. Se encuentra en los censos de Obuda, Hungría, a mediados del siglo XIX.

SOLIS o SOLÍS

Del latín soli que significa sol. El sol aparece siempre en los diferentes escudos heráldicos de estas alcurnias. Según Fernando Gonzáles-Doria, el apellido Solis se originó en Andalucía. Perteneciente a la nobleza sevillana se extendió por España. Otros autores sostienen que procede de un topónimo en Asturias. Apellido derivado Solís con acento: de los sefardíes Solís de Escocia y en Londres miembros de la sinagoga de Bevis Marks. Entre los años 1634 y 1838 llegaron a América del Norte desde Reino Unido. Desde España y Portugal los descendientes de judíos Solís se establecieron en Monterrey (México), Cuba y Cartagena de Indias (Colombia).

PACHECO

De origen noble, procedente de Portugal, pasó a Castilla y se asentó en la ciudad de Belmonte (Cuenca). Apellido éste muy extendido entre los judíos y así aparece en los registros del Reino de Murcia y Ciudad Real. Tan numerosos eran los Pacheco, que se consideraba apellido de judíos o conversos. En 1492 embarcaron en distintos puertos hacia diferentes países: Marruecos, Oriente Medio, Holanda, Alemania y, con el tiempo, a Brasil y América del Norte (1634-1838).