EL BUEN NOMBRE, CON ALEJANDRO RUBINSTEIN – El nombre hebreo Natán aparece varias veces mencionado en la Biblia, pero su particularidad va mucho más alla´, comenzando por el hecho de ser un palíndromo (capicúa) tanto en hebreo como en español, o que sus letras (nun, taf nun) refieren a un mismo elemento, el agua. La misma simetría de la orientación de la lectura la encontramos en su significado por el cual, “dar” es de alguna manera también “recibir”.
