ISRAEL EN VANGUARDIA, CON YAEL MACÍAS – Este es un programa especial por los 70 años de existencia que el estado de Israel celebra el 5 de iyar del calendario hebreo, es decir, hoy. Y lo hace recorriendo los hitos más importantes de las diferentes épocas en lo que a desarrollo tecnológico y económico supuso, comenzando por unos inicios muy poco propicios, con un país sin recursos naturales, sometido a ataques bélicos de su vecinos y abierto a acoger a una ola inmigratoria que duplicó su población en un par de años. Pero ya el final de la década de los 50 anticipa una normalización en el abastecimiento que impulsa la economía y la investigación científica que despega en los 60 con el desarrollo de los primeros sistemas de goteo, la investigación médica sobre el cannabis o el desarrollo de la energía solar. Los 70 son años difíciles: atentado terrorista en las Olimpiadas de Munich, la Guerra de Yom Kipur e inflación, a la par que llegan cada vez más nuevos inmigrantes de la Unión Soviética con una amplia formación científica, lo que da origen a las primeras inversiones de multinacionales de altas tecnologías que, en los 80 se traducirán en una mayor estabilidad y prosperidad que impulsa un instinto turístico que, desde entonces, no ha abandonado a los israelíes. Los 90 despegan las startups, con “estrellas” tan visibles como ICQ (el primer sistema de mensajería instantánea), Mobileye (para el transporte autónomo) o la “pillcam“, una cámara que se ingiere como una píldora y permite inspeccionar el interior humano como nunca antes. Y llegados al nuevo siglo los éxitos se amontonan: desde el desarrrollo del USB o Waze (una de las apps más usadas del mundo) hasta la exploración espacial (incluida la trágica muerte del astronauta Ilan Ramon) o el Nobel de Economía para el psicólogo Daniel Kahneman. para (como bien señala Yael Macías en su repaso) llegar al día de hoy en que los productos israelíes están presentes en cada hogar a través de los chips de ordenadores y teléfonos, de las apps o en los tratamientos médicos que recibimos. Sin duda, hay mucho que celebrar.