El retorno a Israel y la creación de su Estado (22ª parte): el ejército del general Anders
MILÍM: LA HISTORIA DE LAS DIÁSPORAS, CON ALICIA BENMERGUI – En este muy largo recorrido histórico que estamos realizando con respecto al pasado previo a la creación del Estado de Israel, queremos contarles y trasmitirles un relato que ha publicado una muy interesante revista digital polaca, CULTURE.PL. Se trata de la hazaña llevada a cabo por el ejército comandado por el general Anders, que condujo una tropa numerosa de sobrevivientes a las contingencias padecidas en la Unión Soviética, a través de una enorme distancia, en la que recorrieron la Unión Soviética hasta llegar a la Palestina gobernada por el Mandato Británico, donde numerosos judíos que lo integraban se integraron a las filas judías que lucharían por la creación de un Estado Judío.
Pero antes vamos a repasar los hechos que llevaron a la invasión de Polonia por parte de la Alemania Nazi, la Unión Soviética y el drama padecido por la población polaca (entre ellos también los judíos polacos). El 1 de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia. Para justificar su acción, la propaganda nazi acusó a Polonia de perseguir a los alemanes étnicos que vivían en su territorio. También alegó falsamente que Polonia, junto con sus aliadas Gran Bretaña y Francia, estaba planeando rodear y desmembrar a Alemania. Las SS, en colusión con las fuerzas armadas alemanas, montaron un ataque falso contra una estación de radio alemana. Los alemanes acusaron falsamente a los polacos de este ataque, y Hitler aprovechó después ese acto para lanzar una campaña de “represalia” contra Polonia. Alemania lanzó un ataque sorpresa en la madrugada del 1 de septiembre de 1939, con una fuerza de avanzada compuesta por más de 2.000 tanques apoyados por casi 900 bombarderos y más de 400 aviones de combate. En total, Alemania desplegó 60 divisiones y casi 1,5 millones de hombres durante la invasión. Desde Prusia Oriental y Alemania por el norte, y desde Silesia y Eslovaquia por el sur, las unidades alemanas penetraron rápidamente las defensas polacas a lo largo de la frontera y avanzaron hasta Varsovia en un enorme ataque tipo cerco. Polonia se movilizó demasiado tarde, y las consideraciones políticas forzaron a su ejército a desplegarse en desventaja. El ejército polaco carecía también de armas y equipo modernos, tenía pocas unidades blindadas y motorizadas, y sólo logró desplegar poco más de 300 aviones, la mayoría de los cuales fueron destruidos por la Luftwaffe en los primeros días de la invasión. A pesar de combatir tenazmente y de infligir fuertes bajas entre los alemanes, el ejército polaco fue derrotado en cuestión de semanas. El mundo adoptó un nuevo término para referirse a la exitosa táctica de guerra de Alemania: Blitzkrieg, que significa “guerra relámpago”. La táctica consistía en montar un ataque sorpresivo con una cantidad enorme de fuerzas concentradas en unidades blindadas, las cuales podían moverse rápidamente y contaban con el apoyo de un poderío aéreo abrumador. La Alemania nazi tenía una abrumadora superioridad militar sobre Polonia. El ataque a Polonia demostró la capacidad de Alemania de combinar el poderío aéreo y el blindado en un nuevo tipo de guerra móvil.
El 17 de septiembre de 1939, la Unión Soviética invadió a Polonia desde el este, lo cual decidió su destino. La última unidad operativa polaca se rindió el 6 de octubre. Después de la derrota de Polonia a principios de octubre de 1939, la Alemania nazi y la Unión Soviética se repartieron su territorio de acuerdo con un protocolo secreto del Pacto de no Agresión Alemán-Soviético. Uno de los crímenes más brutales cometidos durante la Segunda Guerra Mundial por la Unión Soviética fue la masacre de Katyn. Todo el estamento político, militar e intelectual de Polonia fue asesinado en un bosque próximo a la ciudad de Smolensk. Este crimen atroz generaría un tenso debate que dividiría a la opinión pública hasta el fin de la Guerra Fría. Uno a uno y a sangre fría, 22.000 personas, incluidos políticos, oficiales del ejército e incluso artistas e intelectuales, fueron ejecutadas con un tiro en la nuca entre los meses de marzo y mayo de 1940. Tras recibir el «tiro de gracia», los cuerpos fueron arrojados en fosas comunes en territorio de lo que entonces era la Unión Soviética. En contra de lo que quiso hacer creer el gobierno de Stalin, aquellas personas fueron víctimas de la policía secreta soviética, la temida y siniestra NKVD. La tristemente conocida como «matanza de Katyn» (un bosque próximo a la ciudad soviética de Smolensk donde fueron hallados los primeros cadáveres), supuso el exterminio, en menos de un año, de toda la élite polaca. Durante medio siglo, el crimen fue censurado por el régimen comunista, que siempre acusó a la Gestapo, la policía secreta del régimen nazi, de esa terrible carnicería. Y esta historia continúa…