SOÑANDO SUEÑOS, CON JOSÉ IGNACIO CARMONA – En Jerusalén, las Cuatro Sinagogas Sefardíes respiran siglos de dignidad y exilio, memoria y plegaria, leyenda y luz. Allí, donde «los sefardíes se consideraban custodios de una cultura humanista y abierta», como recuerda Carmona (galardonado con la Medalla de las Cuatro Sinagogas Sefardíes de Jerusalén) evocando a nuestro recordado Isaac Navón Z”L , las historias del profeta Elías, de arcas dobles y milagros olvidados, dialogan con el presente. «Los sefardíes —nos recuerda J.I. Carmona— conservaron su origen como un tesoro inviolable, firmando incluso con las iniciales ST: Sefardí Taor, sefardí puro». Cada piedra, cada silla reservada para el novio, (como la del abuelo toledano del propio Carmona) guarda el eco de un hogar, Sefarad, que jamás se extinguió.


En las imágenes José Ignacio Carmona recibiendo el galardón de las Cuatro Sinagogas Sefardíes y la silla que conserva y que su abuelo reservaba “únicamente para el novio”





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