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‎19 Nisan 5784 | ‎26/04/2024

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Los nuevos sefardíes

Los nuevos sefardíes

LOS PASOS DE SEFARAD EN EL NUEVO MUNDO, CON DAVID ROSENTHAL – “Entonces la profetisa Miriam, hermana de Aharon, tomó la pandereta en sus manos, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderetas y danzas. Del libro de Shemoth” (Rashi, 2001, p. 233). Las comunidades relacionadas en este estudio (Mesilat Yesharim y Or Va Derej) son conformadas por personas que en muchos casos saben de su ancestro sefardí (anusím), aunque también existe un amplio número de conversos al judaísmo. Ante ello, muchos comunitarios se ven en la necesidad de observar estrictamente la religión judía al estilo sefardí; de allí que la identidad está concentrada en el nivel de sujeción de la legalidad religiosa hebrea, lo cual ha generado una alta concentración de estudios en lo referente a la ley misma. No obstante, y de manera paradójica, al interior de las comunidades se observan ciertas disidencias, por cuanto algunas personas poseen una visión estereotipada sobre aquello que se “ve judío”, pero que no forma parte de la tradición sefardí, como formas de orar, de actuar y de vestir que pertenecen a las convenciones de judaizar del mundo judío ashkenazí de ciudades como Varsovia, Brooklyn o New York, y que se han popularizado a través del cine y los medios de comunicación. Respecto a los gustos referentes a los géneros musicales hebreos, se encuentran al margen de esta clase de discusiones, en cualquiera de sus prácticas posibles como es la danza o el canto. En los momentos del Ciclo de Vida Judío se escuchan al mismo tiempo y de forma aleatoria el cancionero sefardí y la música klezmer, tanto en los hogares como en las sinagogas. Incluso en el caso concreto de la comunidad Mesilat Yesharim, el contacto con la cultura caleña le ha permitido conocer canciones hebreas con ritmos caribeños como la cumbia y la salsa. Para ejemplificar un poco, encontramos canciones identificadas como “salsa judía”; una de ellas es la canción Herencia Judía del cantautor cubano radicado en los Estados Unidos Benjamin Lapidus, tema en el que se entremezclan temáticas de la tradición judía con ritmos como la salsa y el guaguancó, entre otros. 

En una de las comunidades de origen ashkenazí existe el caso de un rabino que ejecuta el acordeón como parte de su saber hacer en la enseñanza de la cultura hebrea; el rabino admitió, a través de una entrevista, que en su comunidad se hacen cantos en español, lo cual indica que el uso de múltiples géneros al interior de las comunidades es indistinto a su ascendencia. Adicionalmente, algunos comunitarios abandonan el país por largos periodos para vivir en Israel, y es por ello que las músicas que se escuchan en día alguno o festividad pueden modificarse, tardarse o no volverse a escuchar, lo cual indica que hablar sobre música en la vida judía, implica hacer una vaga referencia a “acontecimientos pasajeros: acontecimientos de los que, de entrada, se sabe que serán efímeros”. Tomado del ciclo de vida judío y sus prácticas musicales en las comunidades Mesilat Yesharim de Cali y Or Va Derej de Villavicencio, Colombia.