LA PALABRA – Se cumplen estos días 18 años de la primera emisión de Radio Sefarad, una iniciativa puesta en marcha en febrero de 2004 por la Federación de Comunidades Judías de España (entonces presidida por Jacobo Israel Garzón) a instancias del productor Solly Wolodarsky Z’L y gracias al aporte del filántropo David Melul Z’L. No era una propuesta meramente cultural, sino una necesidad percibida entonces como urgente, en tiempos de la Segunda Intifada en que los medios españoles coincidían en sus informaciones y análisis rabiosamente antiisraelíes y antisemitas. Por ello, el lema fue siempre tener una voz propia y alternativa, una fuente veraz. Pero, las características propias y tan minoritarias de la comunidad judía en España no permitían el lujo de un canal de información al uso (lo que hoy llamaríamos, un medio analógico), optándose por una solución digital entonces muy poco implantada (sólo un 5% de los hogares tenía acceso a Internet). Sin embargo, dicha limitación fue justamente la raíz del éxito de Radio Sefarad, que llevó esa voz en la red a todos los puntos del planeta y sin restricciones de horario.

De eso han pasado 18 años, cifra que en letras hebreas se expresa con la Yod=10 y la Jeth=8 que conforman la palabra JaY, vivo, como en aquella expresión que entonamos como un himno del judaísmo y su capacidad de supervivencia y superación: Am Israel Jay! El pueblo de Israel está vivo. Ese par de letras, así como su valor numérico, se han convertido en poderosos símbolos y aún amuletos. Por ejemplo, en muchos casos, las donaciones a instituciones judías no se realizan en cantidades “redondas”, sino en múltiplos de 18. También es muy habitual regalar una cadena con una medalla o colgante con dichas letras en oro. En prácticamente todo el mundo, cumplir 18 años significa acceder a nuevos derechos y obligaciones, como el voto en las elecciones o la incorporación al servicio militar, aunque para el judaísmo ortodoxo, la mayoría de edad para cumplir los preceptos se produzca cinco años antes, durante el bar-mitzvá de los varones y la bat-mitzvá femenina (aún más temprano, a los 12 años).

JaY y su numerología esconden también secretos esotéricos, si se construyen nuevas palabras o expresiones de valor idéntico, por ejemplo, HaEJaD (Hei=5 + Alef=1 + Jeth=8 + Dalet=4): el Único (referido a Dios), HaAHaVáH: el amor (Hei=5 + Alef=1 + Hei=5 + Bet=2 + Hei=5), aunque también JeT(), el pecado (Jeth=8 + Teth=9 + Alef=1). ¿Qué es la vida entonces? Dios, amor… y pecado. En realidad, “vida” se construye con el plural de JaY: JaYíM, como cuando brindamos ¡por la vida! LeJaYim!, o cuando utilizamos la expresión como nombre propio (Jaím o Haim, según las grafías). Por todo ello, Yom Huledet Sameaj! (Feliz cumpleaños a todos los que forman, creando contenidos y escuchándolos, Radio Sefarad).

Jorge Rozemblum

Director de Radio Sefarad