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‎5 Kislev 5785 | ‎05/12/2024

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El museo judío de Béjar y la ilimitada generosidad de un judío sefardí, con Antonio Avilés

El museo judío de Béjar y la ilimitada generosidad de un judío sefardí, con Antonio Avilés

JUDERÍAS EN RED – David Melul, la ilimitada generosidad de un judío sefardí es el libro que el director del Museo Judío de Béjar, Antonio Avilés, ha dedicado al benefactor que hizo posible la creación de este museo que año tras año va sumando visitantes y éxitos. Tanto, que es uno de los principales motivos por los que la salmantina Béjar (patria de los Behar, Bejarano, Bejar, etc del mundo, y patria de adopción de David Melul Z”L es candidata a integrarse en la Red de Juderías de España y en la Asociación de Itinerarios Sefardíes de Castilla y León.

David Melul Benarroch, creador y mecenas del museo que lleva su nombre, nació en Melilla el 20 de abril de 1928. En 1946 llegó a Béjar para estudiar en la entonces denominada Escuela de Peritos Industriales (hoy Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la Universidad de Salamanca). Pasó en la ciudad varios años, y completó sus estudios de ingeniería textil en Tarrasa. Se instaló en Barcelona, concretamente en el edificio donde estaba la sede de la comunidad judía, en la Avenida de Roma. Allí conoció a su mujer, Adelina Nacmías, con la que tuvo cinco hijos: Daniel, Rafael, Raquel, Mario y Víctor. Fue también en esta ciudad donde puso en marcha sus primeros proyectos industriales a partir de una pionera e innovadora empresa textil orientada a productos del hogar: Hispano Tex

Fue el primer cónsul honorario del Estado de Israel en Barcelona y presidente de honor de la Comunidad Israelita de aquella ciudad. Preocupado por su entorno y por contribuir al desarrollo social y cultural, puso en marcha un buen número de proyectos filantrópicos destinados a fortalecer y difundir la identidad, continuidad, cultura e historia del pueblo judío, como el Colegio Hatikva de Valldoreix (Barcelona) y el Liceo Judío David Melul en Melilla.

Nunca perdió su vinculación con Béjar, lo que le llevaría a visitar la ciudad con cierta frecuencia. En uno de esos viajes, a finales de los años 90 del pasado siglo, impulsó la puesta en marcha de este museo a partir de su conocimiento del pasado hebreo de la ciudad, y de su interés por contribuir con su ayuda a la difusión de la cultura y la historia de los judíos. Falleció en Melilla, la ciudad que le vio nacer, el 15 de octubre de 2007.