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‎21 Nisan 5784 | ‎29/04/2024

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El triste destino de María Lazar

El triste destino de María Lazar

EL SÍNDROME KLEMPERER: AUTORES JUDÍOS EN LENGUA ALEMANA – Decía Thomas Mann -atentos al examen sin piedad que sobre el escritor realiza José Anibal Campos- que lo escrito por Maria Lazar «despedía un penetrante olor a hembra». Los editores de ese tiempo al parecer compartían la reticencia de Mann acerca de la literatura de autoría femenina, así que Lazar creo a Esther Grenen -también ante el auge del antisemitismo- después de regalar a un mundo ciertamente ingrato joyas como El envenenamiento y una crítica magistral de «esa mentalidad austríaca que llevó al nacionalsocialismo».

Maria Lazar (1895-1948) nació en una acomodada familia judía de Viena. Se educó en la elitista escuela de Eugenie Schwarzwald, donde conoció a los principales personajes de la escena cultural vienesa del momento; entre ellos, a Oskar Kokoschka, quien la retrató en 1916 en el cuadro Dama con loro. Trabajó como profesora, colaboró con el periódico Wiennar Blättery con otras publicaciones suizas y suecas. En 1920 publicó su primer libro, Envenenamiento, y un año más tarde una obra de teatro Der Henker (El verdugo). Sus dos siguientes novelas,Der FallRist (El caso Rist) y Veritas verhext die Stadt (La verdad embruja la ciudad), se publicaron ya con el seudónimo de Esther Grenen debido también al auge del antisemitismo En 1933 emigró junto con la familia de Bertolt Brecht a Dinamarca, después se trasladó a Suecia donde pudo mantenerse gracias a su trabajo de traductora y a colaboraciones periodísticas. Allí escribió Lebenverboten (Vida prohibida) y Die Eingeborenen von Maria Blut (Los nativos de Maria Blut). Aquejada de una grave enfermedad, se quitó la vida en Estocolmo el 30 de marzo de 1948.