La respuesta sopla en la Sucá

LA PALABRA – ¿Cuántos años hemos de vagar por el desierto hasta que alcancemos la Tierra de Promisión?
¿Cuántos deberemos morar en cabañas provisionales con techo de ramas de sauce?
¿Cuántas estrellas debemos ver entre sus hojas al acostarnos?
¿Seguirá acompañándonos por el camino la nube de gloria?
La respuesta está flotando en el viento.

¿Por qué hemos de peregrinar tres veces al año a Jerusalén, y ésta es una de ellas?
¿Por qué durante una semana agitaremos el etrog, el lulav, el hadás y la aravá señalando los puntos cardinales?
¿Por qué damos vueltas en torno al púlpito con la Torá?
¿Dónde está escrito que lo hagamos?
La respuesta, amigo, sopla en el aire cargado de promesas de buenas lluvias que respiras en tu cabaña.

¿Cuándo culmina la vendimia y la cosecha de la aceituna?
¿Cuándo brilla la luna llena de Tishrei, el séptimo mes desde la libertad?
¿Cuándo volveremos a empezar a leer la Torá desde el principio?
¿Qué espíritus nos vendrán a visitar?
La respuesta, pueblo, vuela entre las frágiles paredes de tu morada.

¿Qué sentido tiene celebrar las penurias del camino?
¿Qué nos invita a cantar y bailar en recuerdo del agua extraída de la cisterna de Shiloaj?
¿Qué mantiene estas milenarias tradiciones vivas entre tus gentes?
¿Cómo hemos sido capaces de conservarlas dispersos por los confines de la tierra?
La respuesta, Israel, sopla en la sucá.

A Shabtai Zisl ben Avraham (también conocido como Bob Dylan), Mazl tov!

Jag Sucot Sameaj (Feliz fiesta de Sucot)
Jorge Rozemblum
Director de Radio Sefarad

Scroll al inicio